En el nuevo entorno competitivo del siglo XXI el almacén ha dejado de ser únicamente un espacio físico donde las mercancías esperan su salida. La globalización de la competencia y la necesidad de segmentación de los mercados obligan a las empresas a comercializar un mayor número de marcas y modelos, lo que se traduce en una infinita cantidad de referencias a gestionar en un almacén. Las empresas de logística garantizan de esta forma, en todo momento, el suficiente nivel de inventario que dá respuesta rápida a los clientes

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En el almacenaje industrial las empresas o industrias depositan sus materias primas (directamente relacionados con su área de producción) o productos terminados en almacenes logísticos. También existen almacenes destinados al almacenaje de productos semielaborados: materiales que han sido modificados durante el proceso de producción. Existen otros tipos de almacenes, no tan relacionados con la producción, como los depósitos destinados para los productos terminados, de donde serán entregados al cliente o entraran en la cadena de distribución de la empresa.

Los clientes cada vez exigen un mejor servicio por parte de los almacenes con el objetivo de ofrecer un mejor servicio al reducir los plazos de respuesta. Las empresas de logística garantizan de esta forma, en todo momento, el suficiente nivel de inventario que dá respuesta puntual a los clientes. Se debe tratar de ofrecer el mejor servicio posible, tratando de aumentar, a su vez, la productividad del almacén y para ello hay que dimensionar el inventario o existencias de tal forma que garantice la máxima rotación y productividad y un eficáz servicio a los puntos de entrega.

La industria tiende a realizar pedidos a las empresas de logística cada vez con más frecuencia con el objetivo de no hacerse cargo de los costos de posesión del inventario o existencias. Esto, además de suponer un mayor número de líneas de pedido a preparar en el almacén, dificulta sobremanera la optimización de la ocupación de los camiones, con lo que la gestión del almacén se vuelve más compleja.
En este nuevo escenario de exigencia para el servicio de almacenaje es imprescindible una administración correcta y sistematizada con el fin de lograr una pronta identificación y ubicación del producto. Los controles de stock de productos deben estar tecnificados para poder rendir al máximo nivel.